11 de novembre del 2012

El mosaic de la DIVERSITAT

The golden rule, by Norman Rockwell (*)


Perquè no hi ha molts marrons aquí on vivim?, sento que em pregunta el meu fill.
No, no hi ha gaires aquí, just on nosaltres vivim. Haurem de voltar per Catalunya, per a que conegui la realitat. I això que ell viu en una relativa diversitat. Segons ell, ostenta el privilegi d'haver estat el "primer marró" de la seva classe. Bé, tot depèn de amb quins ulls es miri, de quin to de pell es comenci a considerar "marró". I sí és clar, res a veure amb altres llocs on la diversitat és molt més evident.

De petits, a infantil, els altres nens ni s'adonaven del color de la seva pell. Però es fan grans, i obren els ulls i les ments, i reben informació, no sempre impregnada d'equitat...Ara és diferent....ara comencen a sentir-se veus que pronuncien paraules que fan mal.

La realitat però, és aquesta, es miri com es miri, serà difícil....Només cal passejar-se per la web i trobar-se amb algunes petites investigacions sociològiques sobre el color de la pell i el racisme a Mèxic i Estats Units. 
Ens han deixat gelats. (Us els deixem penjats en una nova secció de "documentals que ens han agradat, impressionat, o deixat gelats"...com aquests. Genial si ens recomaneu els vostres per pujar-los també!)

Ja havíem parlat sobre Amin Maalouf, però val la pena tornar a presentar-vos les seves paraules, per lúcides i clarividents. Són aquestes les del seu discurs en rebre el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, al 2010. 

El podeu veure i escoltar AQUÍ

De esta diversidad del mundo, de esta extraordinaria diversidad que es hoy en día caracterísitca de todas las sociedades humanas, todos cantamos a veces las albanzas; pero también nos hace padecer a todos a veces. Porque es manantial de riqueza par nuestros países, pero lo es también de tnesiones. Las naciones que se asientan en los cimientos de la diversidad étnica y la inmigración se hallan entre las más dinámicas del planeta,y basta con mirar la otra orillas del Átlantico para convencerse de ello. Pero a este dinamismo lo acompañan con frecuencia transtornos, discriminaciones, odio y violencia.

La diversidad en sí misma no es ni una bendición ni una maldición. Es sencillamente una realidad, algo de lo qe se puede dejar constancia. El mundo es un mosaico con incontables matices y nuestros países, nuestras provincias, nuestras ciudades irán siendo cada vez más a imagen y semejanza del mundo. Lo que importa no es saber si podremos vivir juntos pese a las diferencias de color, lengua o de creencias; lo que importa es saber cómo vivir juntos, cómo convertir nuestra diversidad en provecho y no en calamidad.

Vivir juntos no es aldo que les salga de dentro a los hombres; la reacción espontánea suele ser la de rechazar al otro. Para superar ese rechazo es precisa una labor prolongada de educación cívica. Hay que repetirles incansablemente a éstos y a aquellos que la identidad de un país no es una página en blanco, en la que se pueda escribir lo que sea, ni una página ya escrita e impresa. 
Es una página que estamos escribiendo; existe un patrimonio común - instituciones, valores, tradiciones, una forma de vivir- que todos y cada uno profesamos; pero también debemos todos sentirnos libre de aportarle nuestra contribusión a tenor de nuestors propios talentos y de nuestras propias sensibilidades. Asentar este mensaje en las mentes es hoy, desde mi punto de vista, tarea prioritaria de quienes pertenecen al ámbito de la cultura. 

La cultura no es un lujo que podamos permitirnos sólo en las épocas faustas. Su misión es formular las preguntas esenciales. ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? ¿Qué pretendemos construir? ¿Qué sociedad?¿Qué civilización? ¿Y basadas en qué valores?¿Cómo usar los recursos gigantescos que nos brinda la ciencia?¿Cómo convertirlos en herrmientas de libertad y no de servidumbre? 
Este papel de la culturas es aún más crucial en épocas descarriadas. Y la nuestra es una época descarriada. Si nos descuidamos, este siglo recién empezado será un siglo de retroceso ético; lo digo con pena, pero no lo digo a la ligera. Será un siglo de progresos científicos y tecnolóficos, no cabe duda. Pero será también un siglo de retroceso ético. Se recrudecen las afirmaciones identitarias, violentas en muchísimas ocasiones y, en muchísimas ocasiones, retrógradas; se debilita la solidaridad entre naciones y dentro de las naciones; pierde fuelle el sueño europeo; se erosionan los valores democráticos; se recurre con excesiva frecuencia a las operaciones militares y a los estados de excepción....Abundan los síntomas.

Ante este retroceso incipiente, no tenemos derecho a resignarnos ni a cederle el paso a la desesperación . Hoy en día lo que honra a la literatura y lo que nos honra a todos  es el intento de entender las complejidades de nuestra época y de imaginar soluciones para que sea posible seguir viviendo en nuestro mundo. No tenemos un planeta de recambio, sólo tenemos esta veterana Tierra, y es deber nuestro protegerla y hacerla armoniosa y humana.



(*) The Golden Rule; Do onto others as you would have them do onto you. 
        Ho trobeu aquí
       



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